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En las primeras etapas de la formación de la marca, se toma la decisión de realizar un viaje de inserción al estado de Yucatán, específicamente a una localidad de artesanos especializados en el trabajo de la madera torneada. Inmersos en la cultura y las leyendas locales, surge la inspiración al escuchar una de ellas, la cual dice que en los árboles hay un elemento en específico que los mantiene vivos, una pequeña hebra que recorre todo su interior por el centro. Los locales la hacen llamar “la vena de agua”, la vena que nutre al árbol y le da vida.
La marca toma este relato como inspiración y se plantea como objetivo ser la vena de agua en los muebles que fabricamos para dar vida y esencia a los espacios.